- Una oportunidad para acoger y valorar la riqueza y diversidad de las familias y renovar el compromiso de construir una Iglesia y un mundo llenos de amor y fraternidad.
Octubre es el mes de la familia, aquella Iglesia doméstica que desempeña una función fundamental en la vida de la comunidad de fe y en la misión de la Iglesia en el mundo.
Este tiempo será animado por el lema «Familia, ícono de sinodalidad» que entrega una visión de la familia como modelo y ejemplo de participación activa y toma de decisiones conjuntas en la Iglesia, involucrando a todos sus miembros en decisiones importantes.
En relación a la sinodalidad, el Papa Francisco ha explicado que la familia puede ser un referente de cómo las personas pueden vivir y decidir en comunidad. Este concepto enfatiza la importancia de la participación y la colaboración dentro de la familia y en la vida de la Iglesia en general. Al vivir la sinodalidad en la familia, los miembros estarán mejor preparados para participar activamente en la vida de la Iglesia y en la toma de decisiones importantes dentro de ella.
Asimismo, la Iglesia encuentra en la familia una fuente de fortaleza y renovación. Las familias son un testimonio constante de amor y solidaridad en la sociedad. Las familias muestran al mundo el poder transformador del Evangelio a través de su compromiso con el bien común, la solidaridad con los más necesitados y la custodia de la creación.
Durante octubre se alentará la reflexión sobre cómo se pueden estrechar aún más los lazos entre la Iglesia y la familia, cómo brindar un mayor espacio para que las familias participen activamente en la comunidad eclesial y cómo apoyar su función como Iglesia doméstica en el mundo.
En la Arquidiócesis de Santiago, el Mes de la Familia se iniciará con una Eucaristía 1 de octubre a las 12.00, en la Parroquia San Alberto de Sicilia, Recoleta. Mientras que el 29 de octubre en la Parroquia San Vicente de Paul, La Florida, se dará término de la misma forma.
Fuente: Vicaría Laicos, Familia y Vida.
