¡RESUCITÓ!… ¡RESUCITÓ!
Esas palabras que aún resuenan en los templos y en nuestros corazones debieran constituir lo central de este primer trimestre. Esperamos que, a pesar de toda la vorágine que implicó el mes que se acaba de ir, hayan podido vivir intensamente el tiempo de Cuaresma, culminando con Semana Santa.
Acompañamos a Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén. Luego comimos su pan y vino bendecidos en la última cena. Sufrimos con su pasión y muerte. Y finalmente, con alegría y esperanza, fuimos testigos de su Resurrección.
Sigamos dando testimonio, fundamentalmente con nuestro actuar en los distintos ámbitos en que nos movemos. Salgamos a misionar. Tenemos que hacerlo hoy, ya que mañana será tarde. No esperemos que el gallo cante.
Editorial.BOLETÍN N°5 ABRIL 2024-1